CAMPAÑAS EXTRAMUROS

Fundación
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Nuestra experiencia

 

El Gran Círculo nace como concepto el año 2000 de la mano de su Fundador y principal gestor, Pablo Manquemilla Vera, con la firme intención de establecer una Escuela Iniciática que rescate la sabiduría antigua pero que sea capaz de adaptarla a los tiempos modernos. Consciente de que los sistemas existentes estaban quedando obsoletos, se adentró en diferentes corrientes con la finalidad de establecer cuál era la falla o razón por la que estaban perdiendo su esencia, transformándose muchas de ellas en clubs sociales que nada tenían que ver con su concepción original.  Era necesario conocer en profundidad a cada uno de esos sistemas para encontrar entonces el antídoto que permita rescatar todo aquello que sirva o sea útil, desechando lo negativo y enmendando el camino, aunque para lograr este cometido hubiera que crear LITERALMENTE un nuevo sistema, con sus propias reglas, ajeno y desconectado de todo aquello que se había enquistado, cual cáncer, en las escuelas que tanto admiraba. Fue así que P.M.V. llegó a poseer el más alto grado en diferentes vías del conocimiento, como es el caso de la Masonería, Rosacrucismo y otras. Pero ese camino no estuvo exento de baches o momentos desagradables, todo aquello era parte de lo que había que descubrir y experimentar para que precisamente la Nueva Orden para la Nueva Era jamás adoleciera de esos mismos males, corrigiendo el rumbo y aplicando SEVERA disciplina de acuerdo a instrucciones precisas de nuestro Fundador.

Una Presentación

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Haciendo de este sueño una realidad

 

Desde los albores de la humanidad, el hombre se ha planteado cuestiones que tienen que ver con la razón de su propia existencia. Para encontrar respuestas fue necesario  OBSERVAR su entorno para tratar de ir uniendo piezas de un complicado puzzle, después vendría el investigar, pero por sobre todo experimentar lo que iba descubriendo. A eso se iban sumando tradiciones, esa antigua sabiduría que se basaba en la experiencia de sus propios antepasados. Pero parece que dicho puzzle nunca quedaba totalmente completo, ya que el hombre se enfrentaba día a día a una terrible realidad, SU MORTALIDAD, entonces nuevamente estaba allí, frente a un abismo, a lo desconocido, aquello que no se podía observar o investigar más allá. 

 

Ese abismo sigue presente aún el día de hoy, muchos son los que se aventuran a dar explicaciones o suponer cosas que se transforman en verdades para algunos, aunque de ello no haya certezas.

 

La Gran Obra de la Masonería es procurar entregar esas respuestas, pero mejor aún, hacer de sus integrantes, personas capaces de mejorar su entorno, y rescatar a la humanidad de los terribles males que se ciernen sobre ella en lo que podríamos llamar EL FIN DE UNA ERA.

 

 

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